En el CES de Las Vegas, la feria de electrónica de consumo que se está celebrando estos días, continúan presentándose las principales innovaciones tecnológicas de los fabricantes de automóviles. Si en los últimos días habíamos dado cuenta del coche autónomo de Audi o las luces láser del BMW M4 Concept Iconic Lights, hoy nuestro protagonista es un nuevo sistema de carga.
Volkswagen ha llevado al evento una tecnología que promete facilitar el uso de los eléctricos en el futuro. Se llama E-Golf Intelligent Charge y su principal atractivo es un nuevo sistema de carga por el que no será necesario el uso de cables, únicamente habría que estacionar el vehículo sobre una placa y esperar. Se espera que el sistema por inducción sea a medio plazo una alternativa consolidada.
El E-Golf sería capaz de aparcar por sí mismo para situarse en el punto exacto y que la carga tenga lugar. A continuación, comenzaría la operación gracias al campo electromagnético que se cera entre la bobina del suelo y la del propio vehículo, separadas por pocos centímetros. Los faros LED comenzarían a lanzar destellos de entre 5 y 10 segundos para indicar en qué punto de la carga se encuentra y, finalmente, al completarse la batería, la luz se emitiría de forma continua.
Volkswagen también ha anunciado la aplicación E-Station Guide (esta mostraría al conductor la ruta idónea para llegar a una estación de carga próxima, muy útil para un coche eléctrico) y la "llave digital". Esta significaría el uso del teléfono móvil como mecanismo de apertura del coche, como ya ocurre en la actualidad con aplicaciones como E-Remote, que permiten encender la calefacción o el aire. La novedad incide en que además, Digital Key se puede transferir a otros smartphones y smartwatches, por lo que la aplicación posibilita que terceras personas, por ejemplo, descarguen el vehículo o lleven a cabo su mantenimiento sin tener las llaves reales del coche en sus manos. Posteriormente, el acceso temporal al vehículo simplemente se desactivaría.